Por Pura Gracia

POR PURA GRACIA

Texto: Efesios 2:1-10 Referencia Colosenses 2:13-17

Cuando alguien trabaja ocho horas y recibe su paga, eso es un sueldo. Cuando alguien compite contra otro en un juego y gana, recibe un trofeo. Cuando alguien recibe un reconocimiento por sus logros, eso es un premio. Cuando alguien estudia y cumple con todos los requisitos de la universidad, recibe un título. Pero cuando alguien es incapaz de recibir un sueldo, un trofeo, un título o un premio y de todos modos se le da, eso es un regalo, es un favor que recibe inmerecidamente. La gracia de Dios es precisamente eso. La salvación de Dios es por pura gracia; por el puro favor y misericordia de Dios.

Se cuenta que un ateo retó a Dios diciendo a un creyente: "Si hay un Dios, que se pruebe a sí mismo matándome ahora mismo". Luego espero y no pasó nada. "Ya ves,” dijo, “Dios no existe". El creyente le respondió diciendo: "Sólo has demostrado que es Dios misericordioso".

La misericordia de Dios y por ende Su gracia es muy importante enfatizar, pues cada día hay más y más predicadores y maestros charlatanes que usan la Biblia o se hacen pasar por cristianos diciendo que tu y yo podemos salvarnos haciendo buenas obras. El domingo pasado, domingo de Resurrección, el senador izquierdista de Georgia, Warnock, quien se hace pasar de pastor o revendo, escribió en su cuenta de Twitter lo siguiente: "El significado de la Pascua es más trascendente que la resurrección de Jesucristo. Seas o no cristiano, a través del compromiso de ayudar a los demás somos capaces de salvarnos a nosotros mismos." La Biblia nos enseña claramente que la única manera en que podemos salvarnos es declarándonos culpables ante Dios e implorar por Su perdón; bíblicamente quiere decir que hemos de arrepentirnos por nuestros pecados, pedir el perdón de Dios recibiendo a Cristo, rindiéndonos a Sus pies, depositando toda nuestra fe y confianza en El

Por y con el favor del Espíritu Santo, por medio de este mensaje deseo hacerte ver que tu entrada al cielo es por la pura gracia de Dios. Tú y no merecemos la salvación; pues somos malos por naturaleza. Con todo, Dios, quien es rico en misericordia nos ofrece la salvación, pero tienes que aceptarla.

Es pasaje bíblico es tan rico en enseñanza que me tomare dos domingos para explicar y compartir sus verdades. Hoy me concentrare en los versículos del 1-5. La semana que viene terminare los otros versículos.

Al analizar estos primeros cinco versículos aprendemos que:

1. El texto se dirige a los creyentes.

2. Se hace énfasis en que la salvación que conduce a la vida eterna es por pura gracia

3. Hemos de recordar que el creyente ya no puede ni debe vivir como antes de ser salvo

4. Que la gracia de Dios se nos extiende no porque la merezcamos sino por el gran amor que Dios tiene por el pecador

Para entender estas verdades, vamos observar y analizar cada versículo. Le ruego que ponga atención. Que su mente NO divague pensando en la inmortalidad del cangrejo, o en la comida después del servicio o el lunch de mañana en el trabajo.

Antes que todo, es importante definir lo que es gracia: La palabra griega charis se traduce como gracia; y esta tiene que ver con hacer un favor a alguien que no se merece. La persona que extiende el favor lo hace por placer, por buena voluntad, y sobre todo por amor. Y esto es lo que Dios hace con cada persona. A pesar de ser todo ser humano malo y pecador, y merecedor del castigo de Dios; Él por el puro afecto de Su buena voluntad extiende la mano para dar otra oportunidad al pecador.

Observaciones e interpretaciones

V. 1- Hay mucho que aprender de este primer versículo. Primero notemos que el Apóstol Pablo está hablando de los creyentes que ya habían sido regenerados, los que habían pasado de muerte a vida. El usa dos verbos en el en tiempo pasado (dio y estabais) para hablar de este milagro. Digo milagro porque nos dice que antes sin Cristo estábamos muertos espiritualmente; incapaces de poder responder al llamado de Dios para la salvación.

· Dice que estábamos muertos; o sea que por sí solos no podíamos ni podemos hacer algo para cumplir con las demandas de Dios y de esa manera salvarnos. Al decir que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, básicamente se nos dice que el ser humano es intrínsicamente y empedernidamente malo; no puede salvarse por si solo y por ser un rebelde obstinando y sin causa, se merece el castigo de Dios en el infierno; tal como todo criminal que constantemente comete delitos y merece ser castigado.

· Nótese que la muerte espiritual del pecador es por causa de dos hechos: sus delitos (paraptómasin) y pecados (hamartiais). Es muy importante observar que dice: “vuestros” delitos y pecados. Pues muchos, como buenos hijos de Adán y Eva, culpan a otros por sus delitos y pecados. Hay muchos que culpan a Adán y a Eva y otros a sus padres. La expresión, “vuestros pecados” denota que el pecador es encontrado culpable de sus propios pecados.

· Ahora bien, ¿A qué delitos se refiere? A las violaciones, transgresiones, desviaciones, rebeliones, y agresiones a la Palabra de Dios y por ende a Su voluntad. También se refiere a dar un paso falso, no por equivocación sino por premeditación; con la intención de apartarse y desviarse de lo que Dios demanda. La palabra paraptoma en el griego describe la desviación premeditada de la verdad y de lo que es moral no según los hombres sino la Biblia.

· ¿A qué pecados se refiere? Pecado es toda desviación y violación de las leyes, estatutos, juicios, mandamientos, decretos, testimonios, y voluntad de Dios. La palabra hamartia se refiere a no dar en el blanco de manera intencional. O sea que los hechos malvados de los pecadores se originan en la persona, en su deseo de querer violar lo que Dios ordena como ley. Dicho de otro modo, el Espíritu Santo nos dice por medio del Apóstol Pablo que el pecador busca excusas para no obedecer o para desviarse del blanco, del objetivo o de la orden que Dios nos traza.

· Lo que aprendemos de todo esto es que el pecador es malo por naturaleza y le encanta ser malo; le encanta pecar; es un criminal profesional; y se enorgullece de serlo. Y como todo criminal, cuando se le acusa de sus fechorías, culpa a otros o se declara inocente, mintiendo, aun a pesar de las evidencias. A pesar de esa actitud rebelde, el Espíritu Santo infunde al pecador de Su gracia preveniente; o sea, la capacidad de poder responder a la invitación de Dios de ser declarados absueltos de nuestros crímenes cuando nos declaramos culpables. Por eso dice nos dio vida, cuando estábamos muertos.

V. 2-3 – Es muy importante notar que en estos dos versículos se hace un contraste entre la vida pasada y la vida presente del creyente. Haciendo referencia a esto, usa la expresión: “anduvisteis en otro tiempo” en el v. 2 y en el v. 3 dice: “vivimos en otro tiempo”. Ambas hacen referencia a la vida pasada. Pues el salvado ya no puede vivir como un oprimido por el pecado y del diablo. Pablo nos recuerda cómo es que vivíamos y al mismo tiempo cómo es que NO podemos vivir ahora en Cristo. En el pasado, seguíamos la corriente de este mundo; esto quiere decir, sus preferencias, sus políticas, sus experiencias, sus creencias, sus tradiciones, sus emociones, sus enseñanzas, sus movimientos, sus modas, y usando su lenguaje. Estos son dirigidos por el príncipe de este mundo, el diablo.

· El mundo dirigido por el diablo por medio de sus tontos útiles, la prensa, los falsos profetas y maestros, la falsa ciencia, los profesores engañados y engañadores, los líderes sociales al igual que de negocios y políticos depravados, quienes promueven como justicia, la injusticia de los hombres; dividiendo a las personas; promoviendo el odio de clases, los que detienen con injusticia la verdad de Dios escrita en la Biblia. Estos son los que a lo inmoral ahora llaman moral, a lo malo, bueno y a lo bueno malo. Los que siembran el miedo y al mismo tiempo fe en los hombres; entre los cuales hay quienes no creen en Dios y otros que si creen, pero en su maldad y orgullo creen que podemos salvarnos por sí solos, contradiciendo la Biblia diciendo que el ser humano es bueno. Al cometer todos estos delitos y pecados, el practicante refleja el hecho que es hijo de desobediencia, o sea, hijo de perdición; hijo del diablo.

· El creyente era, repito, era un malvado como los demás que hoy todavía están viviendo en esa naturaleza y condición.

· Ahora bien, nótese muy bien el tiempo del verbo anduvisteis. Esta en el pasado; el creyente que vive en armonía con Dios; el creyente obediente; el que vive como hijo de dominio de Dios no puede ni gusta de practicar estas cosas. Estos versículos y tantos otros rechazan tajante y contundentemente la idea de algunos cristianos de que el creyente es simplemente un pecador perdonado. El creyente es perdonado por Dios y liberado del dominio del diablo y del pecado; lo que significa ser salvo.

V. 4-5 – En estos dos versículos, el Apóstol Pablo nos dice claramente que la salvación que obtenemos es por la rica misericordia de Dios; por pura gracia. Su gracia y misericordia a nosotros es porque nos ama. La Biblia nos enseña claramente que todo ser humano nace pecador y vive para pecar. Eso lo hace culpable de pecados y merecedor del castigo de Dios en el infierno. Pero también nos enseña que Dios por el gran amor que nos tiene, quiere y busca que todos seamos salvos del castigo del infierno y que procedamos al arrepentimiento del pecado.

· Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Romanos 3:23

· Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8)

· Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23

Aprendemos de estos versículos que nadie se merece que Dios lo salve, puesto que todos hemos violado Sus mandamientos y lo hemos hecho con alarde, con premeditación y alevosía aun desde la infancia. No obstante, nadie está prevenido de Su gracia. La Biblia enfatiza que el pecador es salvo por la gracia de Dios y no por sus obras. Porque las buenas obras del pecador son sucias ante Jehová quien es santísimo.

La Biblia dice en Juan 3:16 - Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. Por eso, cuando el pecador todavía vive en su maldad, Dios le extiende Su gracia preveniente, o sea, la capacidad de responder a la invitación que le hace a ser salvo. Dios también otorga fe al pecador, por medio de la cual puede poner su mirada y confianza plena en Cristo Jesús. El ejercicio de la fe es la que hace posible nuestra salvación. Tener fe implica creer – creer que Cristo es el único Camino al cielo.

Aplicación

· El texto nos dice que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados; por tanto el pecador lo que necesita es de alguien quien tenga poder para darnos vida; a uno que tenga la autoridad y el poder para perdonar nuestros delitos pecados; la única Persosa es Cristo el Señor. Si no te has declarado culpable ante Dios; si no te has arrepentido por tus pecados; hazlo hoy mismo.

· Aprendimos que el creyente no puede vivir en su vida pasada; como pecador y como hijo del diablo; ahora ha de vivir como un hijo de Dios santificándose a Él. Si andas desviado del camino, si estas viviendo para pecar, te amonesto en el nombre del Señor Jesucristo que te arrepientas y te reconcilies con Él.

CONCLUSION

Sin Cristo estábamos espiritualmente muertos a causa de nuestros pecados. La sentencia de Dios dice: TODOS SON CULPABLES, TODOS SE MERECEN EL INFIERNO. Empero, Dios, por el puro afecto de Su buena voluntad, por pura gracia quiso salvarnos pagando y perdonando nuestros pecados. En el Gólgota, 14 Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz.15 De esa manera, desarmó al diablo y a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz (Colosenses 2:14-15). Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor. (Romanos 6:23).

Dios te ha dado de Su gracia y te ha dado fe, pero no te sirve para nada, a menos que ejercites esa fe; a menos que creas y aceptes a Cristo como tu único Señor y Salvador.

Se cuenta que en 1830, George Wilson fue declarado culpable de robar el correo de los Estados Unidos y fue condenado a la horca. El presidente Andrew Jackson emitió una orden de perdón para Wilson, pero éste se negó a aceptarlo. El asunto pasó a manos del presidente de la Corte Suprema, Marshall, Este concluyó que Wilson debía ser ejecutado. "Un indulto o una orden de perdón es solo un trozo de papel", escribió Marshall, "su valor viene determinado por la aceptación de la persona que va a ser indultada. Si lo rechaza, no es un indulto.”

Hay una orden de que fue emitida por el Soberano Rey del universo Jehová de los ejércitos. La orden dice; aunque todos los seres humanos, cada uno de ellos es culpable de cometer delitos y pecados, si el malhechor se declara culpable de ser pecador y deposita toda su confianza y fe en Cristo Jesús ha de ser perdonado y gozara de libertad. ¿Has hecho esto? Si no, hazlo hoy mismo, para que seas salvo del castigo eterno que te mereces.