LA ALEGRIA ES CUESTION DE ACTITUD Y OBEDIENCIA A DIOS

Texto: Salmo 100

Sin exagerar y sin pretender, puedo decir que los momentos más alegres, gozosos y felices, los he vivido siendo un fiel servidor de mi Señor. A lo largo de los años, y por las experiencias de las vida, he aprendido que la alegría y el gozo son el producto de la actitud de adoración y de la obediencia a Dios.

Con todo, reconozco que todos pasamos por momentos alegres y tristes. Desgraciadamente, para muchos, pareciera que la tristeza, la angustia, y la preocupación son el pan diario. Por lo general, la inclinación humana es exagerar la situación negativa. Pero Dios es Dios de alegría, de gozo, y de felicidad.

Una de las actitudes que caracterizan a los seguidores de Cristo es la alegría aun en medio de las vicisitudes de la vida. Por eso dice el profeta Habacuc 3:17-18 17 Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; 18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.

Por eso, los cristianos evangélicos y pentecostales somos conocidos por alabar a Dios con mucha euforia, con mucho ánimo; con panderos, maracas, y aun danzas. ¿Y por qué alabamos a Dios de esa manera? Bueno, porque Dios así lo ordena.

En el Salmo 100, y otros pasajes de la Biblia, Dios nos ordena alabarle con alegría. Pues la alabanza a Dios agrada a Dios y al mismo tiempo nos llena de alegría. La razón por la cual debemos de hacerlo de esa manera es porque Dios se lo merece. El Dios que adoramos y alabamos es un Dios real, es un Dios vivo, es un Dios alegre, es un Dios de esperanza; Él es el único Dios. Él nos exhorta que vengamos ante Su presencia con alegría. Él nos exhorta que estemos alegremos aun cuando estamos agobiados y perseguidos. Solo teniendo una actitud alegre y obedeciendo a Dios podemos vivir alegres.

Nos dice Dios…

Salmos 32:11 - Alegraos en Jehová y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón

Salmos 98:4 - Cantad alegres a Jehová, toda la tierra; Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos

Salmos 105:3 - Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.

Salmos 126:3 - Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.

Mateo 5:12 - Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

Filipenses 2:18 - Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.

1 Pedro 4:13 - Sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría

Lo interesante es que en el Salmo 100, Dios ordena a todos los seres humanos a cantarle alegremente (V.1). También ordena que le sirvamos con alegría y no a regaña dientes (V. 2). El versículo cinco nos da la razón del por qué hemos de cantar, servir, y venir ante la presencia de Dios con alegría. Nos dice que hemos de venir con esa actitud porque Dios es bueno. Ninguna circunstancia negativa del mundo; ningún mal que estés padeciendo cambia el hecho que Dios es bueno. Y por esa razón fundamental, debes de cantarle con alegría; debes de servirle con alegría; debes de venir ante Su presencia con mucho gozo; debes de entrar por las puertas del templo con una actitud de gratitud y gozo.

Ilustración - En el siglo III, un hombre que estaba anticipando su muerte, escribió las siguientes palabras a un amigo: “Este mundo es malo, increíblemente malo. Pero he descubierto que en medio de ella, un pueblo quieto y santo ha aprendido un gran secreto. Han encontrado gozo cual es miles de veces mas placenteros que nuestra vida de pecado. Ellos han sido rechazados y perseguidos, pero no ponen cuidado a eso. Son dueños de sus almas. Han vencido al mundo. Estas personas son cristianos – y yo soy uno de ellos.

Conclusion

Mi hermano y hermana, cambia esa cara de limón que muchas veces pones; alégrate en Dios; alégrate por Dios; alégrate con Dios, y alégrate por ti mismo. La actitud alegre conforta el alma. La actitud alegre motiva a otros. La actitud alegre te rejuvenece. La actitud alegre te da ánimo. La actitud alegre muestra fe y esperanza. Tener una actitud alegre, es ser obediente a Dios. Pues la verdad es esta, solo los obedientes pueden estar alegres aun a pesar de los problemas de la vida. Alégrate, es una orden de Dios.